martes, 2 de febrero de 2010

EL CEIP CERVANTES POR LA PAZ


MANIFIESTO POR EL DÍA DE LA PAZ Y LA NO VIOLENCIA. 29-01-2010.

En el día de hoy, en miles de colegios de España, se está celebrando el día de la Paz y la no violencia con actos similares al
nuestro con la participación de todos los alumnos y profesores.

Con la presión y responsabilidad que supone elaborar un manifiesto en un colegio que se llama Cervantes y que, además, está situado en la calle Lope de Vega, dos personajes que no seré yo quien los ponga como ejemplos de conductas personales a seguir para la celebración del Día de la Paz, pero si nos pueden servir de modelos sus magníficas obras literarias por lo que intentaremos no decepcionar su memoria.

Si preguntamos a los más pequeños ¿qué es la paz?, la mayoría responderían una paloma, una fiesta, no pelearse; si le hacemos la misma pregunta a los mayores probablemente contestarían… que no haya guerras, que desaparezcan las armas o que no se produzcan muertes.

Todo lo que estáis pensando es verdad, pero no es suficiente.

La Paz no es algo que ha entrado hoy en nuestro colegio para celebrar su día o su cumpleaños y sale esta tarde cuando nos vayamos a casa. La cultura de la no violencia es algo que debemos llevar dentro de nuestros corazones, sirviendo de guía a nuestros comportamientos y actuaciones.

La Paz no nace de una forma espontánea, sino que se construye momento a momento, segundo a segundo, en cada instante, en cualquier lugar, en pequeños detalles.

La Paz nace cuando cumplimos y hacemos nuestros deberes, obedecemos a nuestros padres, respetamos y escuchamos a nuestros maestros y maestras, compartimos con los compañeros, cuando ayudamos a los demás, defendemos a los débiles, respetamos a los diferentes sin burlarnos de ellos, cuando ayudamos a conservar la naturaleza heredada de nuestros antepasados o cuando damos dinero para ayudar a los afectados por el terrible terremoto de Haití.

La Paz es, y me dirijo ahora a los más pequeños, el corazón así me lo exige, no reirse del compañero cuando se cae de la silla porque está mal sentado o cuando se equivoca.
Paz es compartir las ruedas y juguetes en el recreo.
Paz es no pelearse en la fila por querer ser el primero.
Paz es regalarle una galleta en el desayuno.
Y, es también Paz, cuando utilizamos las palabras mágicas, las palabras que todas las puertas abren: buenos días, adiós, por favor, perdón, te ayudo, lo siento o te quiero.

No olvidéis que nosotros los humanos, a diferencia de los animales, no tenemos garras o colmillos para defendernos, pero sí poseemos el arma más poderosa que jamás se ha inventado.
¿Sabéis cuál es? ¿Será una pistola? ¿Una escopeta? ¿Una navaja? ¿Un cañón?
NO. El arma más poderosa que ha existido, existe y existirá es la PALABRA.
Con las armas sólo se puede vencer, con las palabras convencer.

Para demostraros su poder os pondré como ejemplo la de un hombre pequeño, con la cabeza afeitada, debilucho, que usaba como única vestimenta una túnica que él mismo confeccionaba.
Este hombre vivía en un país muy pobre llamado la India que estaba dominado por otro muy rico, Gran Bretaña, que poseía un magnífico ejército con muchos soldados, caballos, fusiles y cañones.
Esta persona, de un físico tan débil, poseía un arma secreta que sus ricos enemigos británicos desconocían, la palabra para convencer a los demás. Así que, sin utilizar violencia alguna y con la ayuda de millones de indios, logró su propósito, que los invasores extranjeros abandonasen su país.
Este ser humano, tan admirable, se llamaba GHANDI y tenía un lema que ninguno debemos olvidar: NO HAY CAMINO PARA LA PAZ, LA PAZ ES EL CAMINO.

Y pensad que si todos, de niños, somos tan inteligentes por qué algunos hombres cuando llegan a la edad de adultos, se desvían del camino y se vuelvan tan estúpidos que organizan guerras.

Hilario Rodríguez Aranda.

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